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Cristian Mohaded es un diseñador argentino con origen en Recreo, Catamarca. Su trayectoria es extensa y exquisita. Ha trabajado en el desarrollo de objetos de diseño en empresas nacionales e internacionales, participado en las más prestigiosas exposiciones de diseño a nivel mundial, y es considerado hoy en día como un referente del diseño latinoamericano en la escena contemporánea global.

 

Conversamos con el diseñador catamarqueño sobre Entrevero, su ambicioso proyecto federal que busca llegar a la esencia del diseño argentino. Cómo surgió, cómo es su búsqueda por los caminos de nuestro país y su proceso de creación colaborativa que entrelaza materiales tradicionales, técnicas ancestrales y artesanos para crear objetos de diseño de colección, con la finalidad de transmitir las historias que subyacen las tierras de nuestro país y nos conforman como cultura.


¿Cómo llegaste al diseño industrial?

Llegué al diseño industrial de casualidad, me anoté en la universidad de Córdoba, y la verdad que hasta tercero o cuarto año no entendía bien hacia donde apuntaba la carrera. Veía que todo el mundo dibujaba las típicas maquinas agrícolas y no se despegaban de lo tradicional, y yo me sentía super ajeno y lejano a ese mundo, y la pasaba mal. A mi me gusta mucho proyectar y en ese momento no podía proyectar nada.

Fue así hasta cuarto año, cuando un profesor supo escucharme y posicionarme en el lugar donde yo quería estar. El entendió que yo no estaba cómodo con la carrera y me dejó trabajar en libertad, como yo quería, sin tener que seguir los formatos tradicionales. Me permitió expresarme con mis dibujos a mi manera, y todo eso para mi fue muy liberador. 

Recuerdo puntualmente un proyecto de movilidad en donde había que hacer un vehículo, y el mío termino siendo una caja conceptual que no se parecía en absoluto a un auto, pero ahí yo me sentía cómodo: saliendo de los estereotipos, poniéndome en un lugar un poco más explorativo, yo sabia que por ahi estaba mi lugar. 

Paralelamente a la carrera yo venía participando en varios concursos de diseño que me permitieron explorar y ejercitarme bastante también. Participaba de 3 o 4 concursos de diseño por año, y sin darme cuenta, me fue yendo bien. Ganaba premios, menciones, y poco a poco comencé a meterme en cursos que sucedían en Buenos Aires. Luego terminé la carrera y me vine para acá para comenzar a trabajar y explorarme yo como diseñador, mientras en paralelo hacía mi tesis. Así fue el comienzo de mi carrera. 

 


¿Qué palabras te definen como diseñador?

Inquieto, ambicioso, entusiasta, curioso, son características imborrables. Si algo me atrae voy por eso, hasta soy impulsivo. Creo que en eso esta mi mayor fortaleza, en no tenerle miedo a cualquier proyecto. Si el proyecto conceptualmente me interesa, y veo que yo puedo entrar en eso y sentirme cómodo, voy por ello. También escucho mucho a la intuición y le hago caso, afortunadamente no me he confundido mucho, generalmente no falla, la intuición es algo inherente a uno, es algo que ya esta, uno solo debe tener la habilidad de escucharla y acoplarse a ella.

¿De qué se trata el proyecto Entrevero? 

Entrevero es acerca de materialidad, historia, técnica y tradición argentina. En lenguaje criollo, la palabra es metáfora de desorden: remite a un conjunto de cosas que conviven desorganizadas y que necesitan organización. Por esto, me pareció la palabra justa para definir el proyecto ya que el mismo busca eso: contar la pluralidad de historias que reflejan la mixtura cultural que existe en cada lugar de Argentina y la relación que existe entre ellas, entre sus técnicas, materiales, culturas, artesanos y disciplinas, uniéndolas sin ningún orden de prioridad y dándoles a todas el mismo valor, con un solo fin, mostrar lo que tenemos.

Entrevero busca transmitir lo nuestro, nuestro saber hacer, que es muy diverso. Al ser un país descendiente de inmigrantes no tenemos una identidad nacional única y clara, sino mas bien múltiple. Por eso digo que este proyecto busca reflejar una pluralidad de ideas, sin perder la individualidad de lo que cada personaje involucrado en el proceso creativo cuenta y respetando lo que lleva en su historia propia.  

La manta CRUZA es el ejemplo perfecto del proyecto: El textil se creó en Catamarca con lana de oveja sobre una técnica de telar horizontal, con los clásicos grafismos de guardapampa, y al mismo tiempo esta cruzado con otra técnica, con otro tipo de tejido de bordado que realizó una chica en Jujuy. En el encuentro entre ambas técnicas es donde sucede el diseño de estos objetos, donde ambas partes cuentan su historia propia y a la vez se genera algo más grande, mi rol allí es simplemente generar esa conexión.  

Y eso es lo que me parece más interesante; que en una misma manta se cuenten dos historias a través de dos técnicas muy diferentes, que reflejen dos situaciones culturales similares pero con realidades distintas: en este caso, una artesana vive con su familia, y la otra pertenece a una comunidad de mujeres que tejen. Por lo que representan diferentes modos de hacer que se ven reflejados en esta manta, y es en la unión de ambas, en sus diferencias, donde se logra contar algo mucho más grande. La manta Cruza es así una de las piezas que mejor representa a Entrevero. 

 

"Manta CRUZA."

¿Qué inquietud personal te llevó a generar este proyecto y abarcar de esta manera el diseño argentino?

Siempre estuvo en mi cabeza poder contar el diseño argentino, y hacía algunos años venía pensando “todo el mundo habla del diseño argentino y me gustaría saber qué es realmente” y nunca encontraba la respuesta.

Lo que sucede en nuestro país, es que el diseño industrial mira mucho hacia afuera, aún cuando nuestra situación es distinta de lo que pasa en otros países donde lo industrial está mucho mas desarrollado. Por eso yo lucho mucho con el término diseñador industrial, tengo el título, pero yo me llamo solo diseñador. Tenemos que ser conscientes que no somos un país industrial, hay muchas cosas que nos faltan, y es en esa simpleza que tenemos como país donde está nuestra riqueza, una riqueza que muchas veces se subestima, que no se esta contando, por el simple hecho de mirar hacia afuera.  

Frente a esta situación, quise contar qué se puede hacer acá sin estar atados a la industria, y así se creó Entrevero, con la intención de transmitir a través de objetos de diseño la fibra mas sensible de nuestra cultura y la riqueza que eso conlleva, poniendo en su nivel más alto todo lo que tenemos como país. 

No sé si lo logro o no, pero yo me siento conforme con lo que estoy haciendo, lo hago en lo que puedo, acompañado por Josefina Roca -arquitecta jujeña, socia en gestión y producción- y sus amplios conocimientos en textiles y artesanía local, creo que estamos abriendo un nuevo camino que considero hoy en día es fundamental.  

Por suerte, cuando lo mostramos en el Design Miami en 2018 pudimos corroborar que lo que estamos haciendo era mucho más de lo que pensábamos, al ver que muchas personas ajenas a nuestra cultura como franceses, italianos, americanos no sabían mucho de nuestro país, y poder mostrarles algo de lo que somos con Entrevero me plasmaba una sonrisa en la cara y me hacía pensar que algo sí efectivamente estamos logrando.  


¿ Como es el proceso de trabajo colaborativo con los artesanos? 

Si bien el proyecto lo pienso y medito yo, tiene otra misión que es contar una historia desde diferentes lugares y con diferentes individualidades para poder contar así algo mucho más grande. Por lo que en este proyecto no hago foco en mi trabajo como diseñador, eso se ve en los trabajos que realizo con empresas industriales, sino que acá priorizo lo que yo puedo dar, lo que yo puedo visualizar desde otro lado.

Lo que busco en este proyecto es fomentar la colaboración, la sinergia, entendiendo que las cosas se hacen construyendo de a varios, y no desde la individualidad. Para esto hay que estar abierto a un montón de cosas, y esto habla de la maduración de uno como diseñador, en donde ya no pasa todo por uno. 

Para lograr esta sinergia creativa viajamos mucho a ver, a recorrer y a buscar, mas allá de las técnicas, a las personas que quieran ser parte del proyecto. La idea es que las personas que nosotros elegimos para que hagan algo para Entrevero sean parte del mismo de acá en adelante, que haya una continuidad. Me interesa mucho la relación humana que se genera en el proceso con los artesanos, y creo mucho en eso. Me gusta entender la historia del artesano: cómo llego ahí, porque vive en ese lugar, con quién vive, qué tiempos tiene para trabajar, y si hay pasión en ese trabajo. Eso es importantísimo, si lo hace solo para sobrevivir o porque lo lleva en la sangre y lo siente y lo vive, si vive su técnica de una manera mucho más personal.  

En esta relación de diseño colaborativa primero tiene que haber respeto y empatía por lo que cada uno hace, y también tiene que haber una apertura de ambas partes, que me permita confiar en esa persona y que esa persona pueda confiar en mí o en el proyecto, creo que eso es lo primordial. Respeto y confianza, no es mucho más que eso. Necesito confiar en esa persona. Y también es intuición, darse cuenta en la cercanía con esa persona de que lo que hagamos funcionará. 

Yo confío en cada uno de los personajes que aparecen dentro de Entrevero. Hoy en día hay muchas personas trabajando en este proyecto y yo confío en ellos al cien por ciento, y voy aprendiendo de ellos, y ahí es donde más me siento cómodo. Eso es el proceso colaborativo, si no hay confianza no se puede generar. 

 

¿Y el proceso de producción de las piezas?

En cuanto a los productos, por un lado marcamos las líneas primero en relación a las técnicas. Por ejemplo las sillas Aro, Lanza, son todas revestidas en cuero. Pero más allá de esa cuestión formal, en Entrevero la línea no es lo más importante sino lo que contiene. Por ejemplo en la silla Aro, el diseño del respaldo tenía que ser importante e imponente para poder contar lo que yo quería en cuanto a materialidad y técnica. Y aquí entra el dialogo que está presente en esta colección, un dialogo que se da entre el lenguaje del diseñador basado en líneas y morfologías, y la historia del artesano, con el fin de encontrar los puntos de encuentro entre ambas partes. Mi rol es descifrar eso para poder así llevarlo a la obra de diseño final.

Este proceso es muy mental, casi intuitivo, pero también muy complejo. Me costo muchísimo diseñar las piezas y depurarlas, lograr que lleguen al lugar que yo quería donde cada pieza te cuenta una historia particular. La composición de la obra tenía que ser el resultado de todo eso que yo entendí en el proceso de trabajo colaborativo con los artesanos, debía reflejar cada una de las historias, todo aquello que me contaron y lo que yo puedo hacer como gestor, porque en definitiva en este proyecto yo soy un gestor que hace las conexiones. 

Para mi es muy importante poder transmitir las historias que encuentro en el camino. Mi objetivo primordial es que las técnicas y los artesanos detrás de este proyecto se reflejen en la obra y sus historias puedan ser apreciadas por otros. 

Y el resultado de esta primera serie de Entrevero lo vimos en Design Miami, en donde tuvimos una gran llegada a la audiencia del diseño global. Allí vimos como funcionaban las piezas, y la que mayor atracción genero fue la manta Cruza, que tuvo mucha fuerza y mucha presencia en la exposición. Aquí también pudimos observar cómo el proyecto sin la historia no hubiese sido nada. Las obras podían ser una obra más, pero no sucedió esto porque aquí está primero la historia, y luego él cómo contarla, la capacidad de poder transmitir eso como diseñador. No es solamente el producto, el producto es una excusa, cómo transportamos la información es lo que importa. 

 

"Silla ARO."


¿Por qué piensas que esta pasando esto?  

Porque en el mundo hay un cambio gigante en los hábitos. En la manera de consumir, de relacionarse, de alimentarse. Hoy lo industrial paso a ser algo obseno. Hay que generar nuevos caminos de relación con el consumidor y con las personas que están interesadas en eso. Y son las nuevas generaciones las protagonistas de este cambio, yo no sé si este proyecto hubiera funcionado 10 años antes, o quizás hasta es más adelante, pero arrancamos ahora y es el lugar donde quiero trabajar de ahora en más.

 

QUÉ VALORES O ATRIBUTOS TIENE EL DISEÑO ARGENTINO EN LA ESCENA GLOBAL CONTEMPORANEA ?

¿QUÉ VALORES O ATRIBUTOS TIENE EL DISEÑO ARGENTINO EN LA ESCENA GLOBAL CONTEMPORANEA ?

Creo que el diseño argentino tiene astucia, tiene picardía. Parte de una actitud de “sea como sea lo vamos a hacer”, de un sentimiento de querer y saber que podemos hacerlo como sea. No tendremos máquinas, pero lo hacemos igual, eso es importante, el querer hacerlo como sea, va más allá de los materiales, tiene que ver con el pensar, con pensarlo desde un lugar de sobre vivencia. El diseñador argentino tiene esa capacidad de sobre vivencia, que lo tiene la sociedad en sí. Esa capacidad no solo se replica en el ámbito del diseño sino en muchos lugares del aspecto creativo.

 

"Jarrones RAZA"

RAZA: ¿Cómo surgió esta serie de jarrones que forman parte de la colección Entrevero? 

Raza surgió de forma espontánea al conocernos con Santiago Lena en el año 2017 en Córdoba, gracias a un amigo en común que nos puso en contacto. Al instante de presentarnos surgió de manera natural la idea de hacer algo juntos, queríamos ver de qué manera podíamos encontrar una forma en que nuestro trabajo pudiera verificar nuestros dos mundos: el mío como diseñador y el de él como ceramista-artista, y sabíamos que era desde la materialidad. La de él era obviamente la cerámica, con su lenguaje propio que es muy interesante, y a partir de ahí pensamos qué materiales podrían relacionarse con eso, buscamos puntos de encuentro. Raza nace de esa sinergia.

Con RAZA buscamos la relación entre dos mundos, el de Santiago Lena como artista y ceramista y el mío como diseñador. Más allá del resultado, primordialmente habla del encuentro entre nuestras sensibilidades. Cada pieza es individual, y el proceso de creación de las piezas en este caso fue iniciado por Santiago, y luego se terminaron de armar con mi expresión en base a lo que él había generado previamente (la próxima serie será lo opuesto, primero generaré yo y luego las terminará Santiago).  

Los jarrones están hechos en cerámica gres y atravesados por fibra vegetal Simbol -fibra vegetal predominante en la provincia de Catamarca-.  

Ambos materiales se expresan de forma contraria a lo que realmente son. La cerámica, que es el material mas fuerte, parece el más débil porque es explotado, y la fibra vegetal que seria el material mas débil atraviesa al jarrón, casi como una explosión. Es como si la naturaleza estuviese saliendo del jarrón, una fuerza que sale del interior hacia afuera.

Se generó esto ya que que la expresión que generó primero con sus manos en la cerámica, que es como una explosión, se tenia que ver reflejada en el material que salía de ahí, por eso la puesta de ese material se tenia que ver fuerte y potente. 

Este tipo de proyectos genera un ida y vuelta, me encanta esa posibilidad de diálogo. Creo muchísimo en la sinergia y me aferro a ella. No es fácil encontrar personas en las que podes creer al cien por ciento, y que sepas que lo que haga esa persona no hay nada que refutar. En este caso se dio, confío en lo que él genera plenamente. 

 

¿El diseño tiene influencia en la calidad de vida de las personas?  

En el momento que vos compras un producto de diseño, desde ese momento hay algo que hace que eso se te esté metiendo en tu vida. Es muy personal, quizás no es lo mismo lo que compre un diseñador que el común de la gente. Pero en definitiva el diseño tiene que servir y no solamente en una cuestión de uso, tiene que servir para mejorar tu calidad de vida, para que te sientas mejor, para que embellezcas tu casa, para que te de satisfacción, que te sientas cómodo. No es una cuestión solo de uso, incluye las historias que te están contando, de por qué se llegó a eso por el material, por la técnica, por quién lo hizo o donde se hizo. 

Hay muchas cosas que alguien que compra diseño considera. Hay gente que puede saber entender y puede corroborar eso que vos quieres contar, y gente que no le interesa y esta bien también. Pero hoy estamos en un momento que hay tanta información, tantas cosas, que creo que también un producto de diseño tiene que ser un lugar donde vos te puedas refugiar. Que no tiene que ver con precios, sino con valores. La trazabilidad, de donde viene todo, todo esto es parte del diseño hoy en día. No es solamente una cuestión de que si cumple una función o no, si esta cumpliendo lo que necesito que es poder sentarme o tener una mesa. Es mucho más que eso. Creo que estamos viviendo un gran momento de reflexión del consumidor en relación a los productos de diseño.

 

Hay muchas cosas que alguien que compra diseño considera. Hay gente que puede saber entender y puede corroborar eso que vos quieres contar, y gente que no le interesa y esta bien también. Pero hoy estamos en un momento que hay tanta información, tantas cosas, que creo que también un producto de diseño tiene que ser un lugar donde vos te puedas refugiar. Que no tiene que ver con precios, sino con valores. La trazabilidad, de donde viene todo, todo esto es parte del diseño hoy en día. No es solamente una cuestión de que si cumple una función o no, si esta cumpliendo lo que necesito que es poder sentarme o tener una mesa. Es mucho más que eso. Creo que estamos viviendo un gran momento de reflexión del consumidor en relación a los productos de diseño.

 

¿COMO HABITAS A TRAVÉS DEL DISEÑO?  #elhabitarpoético

Yo vivo el diseño todo el tiempo, pero no a un nivel físico u objetual, sino que lo tengo todo el tiempo en mi cabeza. Miro todo desde ese lado, camino por la calle y tengo una apertura permanente de todos mis sentidos, que están abiertos y trabajando para recibir cosas de la realidad cotidiana.

Sin embargo, en mi casa no me hace falta, no estoy pendiente de eso. No necesito tener la mejor silla u objeto de diseño, creo que hay cosas más satisfactorias que tener la pieza en sí. Con mis obras me sucede generalmente, que quizás la pieza que salió mal, me interesa más que la obra final.

No necesito lo perfecto, necesito los pequeños ejemplos o rastros, las migajas de pan que aparecen por mi casa, que son simbólicas porque me remiten a algo, me dicen algo.

Puedo tener un pedazo de textil, un pedazo de piedra que me traje de tal artesano, o un artesano me regalo una herramienta, y eso significa algo mucho más valioso para mí.

No vivo el diseño desde el lado de “necesito eso” es un poco contradictorio, pero no quiero contaminarme con mi propio ejercicio. Lo que sí me gusta es estar invadido de estas historias que fueron parte del proceso de creación de las obras. Prefiero tener el boceto y no la silla, soy mas feliz con el boceto, me dice muchas más cosas que la silla. No me interesa tener la silla terminada, para qué?

 

 

 

 


 Fotografía: Carola Roca y cortesia de www.cristianmohahed.com